Ponte la SONRISA que quieras, pero póntela.
Antes de empezar a hablar de los productos que representas, tu puesta en escena habla por ti.
Tu saludo inicial, tu mirada, tu expresión corporal, tu ACTITUD y tu sonrisa, son claves.
Prueba a dar los buenos días al llegar a una visita con una amplia SONRISA y en la misma frase incluye un “por favor”…como mínimo, te devolverán la sonrisa, y eso, ya es un buen comienzo.
Si tú sonríes, tus productos y la compañía que representas también sonríen. Automáticamente generas una emoción positiva en la otra persona y eso os hará sentir bien a los dos.
¿Qué versión de ti vas a regalar hoy a tus clientes?
Para contestar a esta pregunta, antes has de saber dónde vas a ir a trabajar.
Planifícate: con esto no te descubro las Américas…pero PLANIFICA tu día, aunque las exigencias del guión lo hagan polvo después. Lo sé, los comerciales planificamos con la flexibilidad de un contorsionista: #VerdadVerdadera.
No subas al coche y una vez allí te oigas a ti mismo diciendo: ” Buff ¿dónde voy a trabajar hoy?” Cuando te haces esa pregunta, generas reproches que te agobian y te hacen perder el tiempo buscando respuestas ( o excusas).
Lo que no planificas se queda sin hacer, o se hace tarde y mal. Es lo que hay.
Sabiendo dónde vas a ir a trabajar, sabrás también a quienes vas a visitar, y qué versión de ti necesitarás. Pues bien, no prepares tu visita de forma general. Piensa en estas personas de manera individual, personaliza tus recursos.
Lleva SIEMPRE un objetivo marcado, aunque a priori te resulte insignificante.
Prepárate para gestionar tus productos en función de las necesidades de tu cliente y no al revés.
¿Qué huella emocional quedará impresa hoy en tus mensajes?
La parte racional, se nos presupone, pero ¿qué pasa con la parte emocional? Pues TODO.
Todo fluye desde nuestras emociones, nada sucederá si no eres capaz de vehiculizar tu trabajo a través de las emociones.
No transmitirás con éxito y dejarás de ser CREÍBLE en el momento en que tus clientes no descubran en tus ojos ilusión.
Sé diferente…y esto no significa salir a trabajar disfrazado de Superhéroe.
Cada día, tienes la OPORTUNIDAD de marcar la diferencia.
La rutina de nuestro trabajo y la de nuestros clientes, hace que tendamos a repetir conductas automatizadas que son el principio del fin.
Parte de lo que me enamora de esta profesión, es precisamente todo lo que puedes CREAR: la forma en la que saludas, cómo abordar objetivos, de qué manera PREGUNTAR, que actitud tomar mientras ESCUCHAS.
Es importante que entiendas cómo te perciben las personas que hoy vas a visitar.
Ponte tu mejor sonrisa, planifica, define objetivos, revisa tu actitud y proponte ser aquel delegado/representante/comercial/ ” viajante” al que les alegra ver cuando vas!
Aquí te dejo una de SONRISAS ¿nos la bailamos? 😉
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