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¿Perfeccionista u Optimalista?

optimalismo vs perfeccionismo

La actitud perfeccionista frente a la optimalista

Nuestra actitud a la hora de hacer las cosas puede ser perfeccionista u optimalista. ¿Quieres saber hacia dónde tiendes y cuál te ayuda a tener más éxito a la hora de alcanzar tus objetivos? Antoine De Saint Exupery afirmó que “el sentido de las cosas no está en las cosas mismas, sino en nuestra actitud hacia ellas”. De hecho, la actitud que asumamos ante las situaciones se convierte en un factor esencial que puede determinar el éxito o el fracaso. Eso no significa que la actitud sea una varita mágica con la cual podremos lograr todo lo que nos propongamos, pero sin duda, puede convertirse en un obstáculo difícil de sortear o, al contrario, en una gran ayuda.

¿Eres perfeccionista?

¿Eres de esas personas que considera que “las cosas se hacen bien o no se hacen”? ¿Te obsesionas con los pequeños detalles porque quieres que todo quede perfecto? ¿A menudo te incomodan los errores que cometen los demás y crees que tú podrías hacerlo mejor? En ese caso, es probable que seas un perfeccionista. Ante todo, se debe puntualizar que intentar que las tareas salgan lo mejor posible no es algo negativo, pero hay ocasiones en que el perfeccionismo se convierte en una barrera que nos impide lograr nuestros objetivos. Por ejemplo, la persona perfeccionista suele avanzar más despacio en la consecución de sus planes y a menudo se queda atascada en una tarea porque no logra el nivel de perfección que desea. Su actitud no solo le retrasa, sino que también le agota profundamente, tanto desde el punto de vista físico como psicológico. No obstante, el verdadero peligro que encierra el perfeccionismo radica en que nos impide lidiar de una manera sana con el error. La persona perfeccionista siempre tiene en mente la idea del fracaso pero esta es como una sombra que le acecha y le atemoriza, es más un temor que una posibilidad real que puede evitar tomando las precauciones necesarias. La persona perfeccionista tiene sentimientos encontrados sobre el fracaso porque, por una parte, sabe que existe y, por la otra, le teme tanto que ni siquiera lo toma como una posibilidad sobre la cual reflexionar. Por tanto, cuando el perfeccionista fracasa, se encuentra totalmente desprotegido, sin recursos psicológicos para enfrentar el error y aprender de este. Cuando la persona perfeccionista se equivoca, suele culparse y, en vez de volver atrás para comprender qué ha salido mal, se flagela mentalmente disminuyendo su valía. Esto hace que carezca de la flexibilidad mental necesaria para cambiar los planes y continuar adelante con el proyecto, quizás planteándose objetivos más modestos y adecuados a sus capacidades u oportunidades reales.

La actitud optimalista

El optimalismo, término que nace de la psicología positiva, mezcla de optimismo y realismo, es una actitud que promueve el éxito ya que implica una postura optimista que no pierde el contacto con la realidad. La persona optimalista sabe que la actitud positiva no es suficiente para lograr sus metas pero también es consciente de que es un factor esencial. Es inteligente  emocionalmente y comprende que existirán obstáculos que se interpondrán en su camino pero esta perspectiva no le desalienta, al contrario, le hace más fuerte porque le motiva a buscar estrategias para enfrentar los problemas que puedan surgir. La persona que asume una actitud optimalista no pierde tiempo pensando en problemas insolubles sino que se concentra en aspectos objetivos, es pragmática pero no cae en el pesimismo. De hecho, el optimalismo implica conocer nuestros propios límites pero aún así esforzarnos para superarlos buscando estrategias que realmente puedan funcionar. Al contrario del perfeccionista, la persona optimalista contempla el fracaso como una oportunidad real y se prepara para este. Cuando se equivoca, no piensa que vale menos sino que mira atrás para aprender del error y no volver a cometerlo. De esta forma, adopta una postura más flexible que le permite cambiar sus objetivos para adaptarse a las nuevas condiciones. Aunque el resultado final no sea perfecto, igualmente se siente satisfecha con lo que ha logrado porque se concentra en los pequeños éxitos. Sin duda el optimalismo es una actitud muy diferente con la cual enfrentar la vida, y en mi opinión, cómo su propio nombre indica, óptima. ¿Y tú qué opinas? ¿Eres perfeccionista u optimalista?
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